En esta ocasión, voy a hablar una de mis pequeñas pasiones, la fotografía. Y digo pequeña, porque bien es cierto que no termino de sacar el tiempo para perfeccionarla, y abuso de smartphone.
Podríamos empezar hablando de eso, del equipo empleado. He de especificar que sin ser un experto, parece de sentido común pensar que el equipo no lo es todo. Es más, me atrevo a afirmar que es la parte que podríamos descuidar durante todo nuestro aprendizaje y parte de una etapa de ‘madurez’ fotográfica (bueno, con ciertas cámara, especialmente algunos teléfonos,
ni si quiera podremos empezar). Pero esto es un requisito que sabremos cuándo tratar; en el momento en que dudemos de que el equipo no nos permite hacer ciertas cosas, dominando el resto de aspectos tales como encuadres, exposiciones, post-procesados y demás, podríamos empezar a informarnos si nuestras sospechas son fundadas. Mientras tanto debemos practicar los básicos. En esta entrada del recomendable Blog del Fotógrafo, Caro Musso nos da unas directrices esenciales para comenzar y no perdernos en un océano de dudas, siguiendo el propio juego de palabras que ellos hacen.
Por último, y para que no creáis que se me olvida el motivo del post, y por el que sé que habéis aguantado hasta el final de la lectura, os dejo este otro interesante enlace de un post escrito por Daniel Zedda. Chicos, me temo que efectivamente los palos no son suficiente para ser unos ases de los autorretratos.